Pornoterrorismo de Diana Torres

"«NO SOY MARICÓN». Eso es lo que me dijo un amante cuando, mientras lo tenía encima metiéndomela, le introduje un dedo en el ano"



180 páginas, encuadernación artesanal copta.



Fragmento del prólogo de Sayak Valencia:

"Diana forma parte de las multitudes queer/cuir euracas/sudacas en las cuales existe una conexión directa con la reivindicación de prácticas sexuales alternativas y una propuesta feminista que tiene en su núcleo las transversales de precariedad económica, política, existencial y epistémica, que siguen siendo pertinentes como enclaves fundamentales de análisis, dada la globalización como proyecto económico recolonizador y la violencia exacerbada que se despliega de manera simultánea en distintos confines del planeta.


Quizá uno de los aspectos más significativos de esta propuesta pornoterrorista es su insumisión discursiva, su forma de retar los sistemas de enunciación y la creación de taxonomías encarnadas. Cuestionar ese derecho (autoproclamado) que las instituciones en general profesan sobre quiénes tienen legitimidad para construir lenguaje y agenciamiento. El pornoterrorismo no es sólo un arma discursiva, sino una práctica de desobediencia civil y sexual que nos muestra que mientras tengamos cuerpos, perseverar en la sumisión social nunca será una salida."



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